BATALLA DE UHUD (625)

El plan de acción:
La estrategia militar planeada por el Profeta quiso forzar a Qoraysh a encontrarse con su ejército cara a cara, en vez de ser flanqueado. Así, el plan era asegurar el ala izquierda haciendo parar a su ejército en una línea en el estrecho espacio entre el monte Darters y el monte Uhud, de modo que el primer soldado del ejército musulmán estuviera parado adyacente a la montaña. El ala derecha fue asegurada colocando 50 Hombres , conducidos por Abdul·lah Ibnu-Jubair, encima del monte Darters para que el enemigo no consiguiera flanquearla por la parte posterior.
En cuanto a Qoraysh, su ala izquierda estaba formada por 700 soldados, conducidos por Ikrima Ibnu-Abi-Yahl. El ala derecha la constituían 300 jinetes, conducidos por Khaled Ibnu-al-Walîd. El ala media estaba formada por 2.000 soldados, conducidos por Abu-Sufyân. El ejército de Qoraysh era más de tres veces superior en número al ejército musulmán.
Abu-Sufyân planeó, de hecho, flanquear a los musulmanes por su parte posterior. Sin embargo, su plan fracasó debido al plan intachable del Profeta para las alas derecha e izquierda. Siempre que Khaled Ibnu-al-Walîd intentaba moverse hacia el monte Darters, los allí situados le atacaban, así que lo obligaban a permanecer donde él estaba. En cuanto al ala derecha, la única manera para Ikrima Ibnu-Abi-Yahl de atacar a los musulmanes era circundar el monte Uhud, pero se trataba de una distancia muy grande - cerca de 23 kilómetros. Así pues, tal como lo planeó el Profeta Abu-Sufyan se vio forzado a encontrarse con al ejército musulmán solamente con el ala media. El abanderado en el ejército musulmán era Mosab Ibnu-Umair . El comandante de operaciones era Hamza Ibnu-Abdil-Muttalib, que tenía dos ayudantes: Ali Ibnu-Abi-Taleb y Az-Zubair Ibnu-al-Awwam Por otra parte, el abanderado del ejército de Qoraysh eran la familia de Abdud-Dar, que constaba de nueve miembros.
Hamza Ibnu-Abdil-Muttalib, el León del Islam, parado en el centro del campo de batalla, se coloca una pluma en su pecho, como dando a entender que no está asustado, comienza a marchar de una manera jactanciosa. El Profeta levantó la moral del ejército y el ejército comenzó a moverse. Hamza penetró en medio del ejército de Qoraysh hasta muy adentro y se replegó repetidas veces. Ali y Az-Zubair lo imitaron de forma valerosa. Hamza decidió matar al abanderado. Al hacerlo, la bandera pasó a manos de otro, al que también terminó matando, y siguió pasando la bandera de mano en mano y repitiendo la operación hasta que mató a nueve de éstos. Enseguida se puso de manifiesto que los musulmanes eran el bando triunfante, solo a la media hora de comenzada la batalla. Pensando que la batalla estaba finalizada, los arqueros deciden dejar sus posiciones en la montaña, para ocuparse de su parte del botín. Solamente Abdul·lâh-Ibnu-Jubair y diez arqueros más rechazaron desobedecer la orden del Profeta mientras que el resto de los cuarenta infringieron sus órdenes. Por lo tanto, el ejército musulmán sufrió un revés. Khaled, también llegó a pensar que la batalla estaba terminada y el plan había fallado. Así pues, decidió retirar a su ejército. Cuando él vio los arqueros abandonar las posiciones en la montaña, volvió a flanquear al ejército musulmán por su parte posterior. Mandó matar a los diez arqueros que permanecían en sus posiciones. Entonces, se paró en el monte Darters gritando en alta voz "Glorificado sea Hobal", de modo que Abu-Sufyân supiera que su plan había prosperado.
La moral de Qoraysh empezó a levantarse, mientras que la de los musulmanes comenzó a disminuir. Abdul·lâh Ibnu-Qame'a, uno del ejército de Qoraysh, era un fanático anti-musulmán. Salió a combatir pero con un solo objetivo: matar al Profeta Atacó a Mos'ab Ibnu-‘Umair, pensando que era el Profeta Cortó el brazo derecho de Mos'ab, así que éste cogió la bandera con su brazo izquierdo. Entonces le cortó el izquierdo. Mos'ab cogió la bandera con su pecho, de modo que la bandera del Islam siguió hondeando en lo alto mientras siguió con vida, hasta que al final lo mataron. Entonces el otro gritó, "¡yo maté a Mohammad, yo maté a Mohammad!".
Los musulmanes comenzaron a arrojar sus armas y a correr en dirección a Madina. Mientras tanto, el Profeta permanecía en el campo de batalla con apenas 20 de sus compañeros, entre quienes estaba una mujer - Om-Emara, Nosayba Bint-Ka'b.

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